La sanguinaria, o también llamada piedra de sangre o heliotropo, se utiliza desde tiempos antiguos para la magia. Se trata de una variedad del cuarzo de calcedonia, es decir, cuarzo cristalino. Es una piedra muy especial, sobre todo por sus rayas rojas (o también llamadas venas rojas) y, a la vez, su coloración verde. Otra de sus características más singulares es que tiene micro - cristales tan pequeños que no pueden verse si no es a través de un microscopio.
Se le llama sanguinaria o piedra de sangre por esas rayas que tiene color rojo, que parecen venas de sangre. Para comprobar si es una verdadera sanguinaria hay que frotarla con porcelana, y si salen más venas rojas, es real, si no es una imitación. No se puede aplicar sobre ellas productos químicos muy agresivos, ya que arruinaría las venas rojas. Esta piedra se encuentra en diversos lugares, como Australia, Estados Unidos, Brasil, República Checa, China, India, Alemania, Rusia o Escocia.
Ya en la Edad Antigua se utilizaba la sanguinaria como piedra mágica. Los antiguos guerreros la utilizaban para calmar las hemorragias producidas en el campo de batalla, ya que se decía que al poner la piedra en contacto, se dejaba de sangrar. Por ello, se utilizaba como piedra amuleto en las guerras.
En la Edad Media, babilonios y egipcios utilizaban la sanguinaria para adivinar el futuro, y para rituales contra el enemigo. Se decía que era una piedra muy poderosa, capaz de dar más fuerza a los hombres para derrotar al enemigo, e, incluso, les hacía volverse invisibles. De igual manera, si la introducían en agua, se reflejaba el futuro, y así podían ver si ganarían o no su batalla contra los enemigos. Por su parte, los cristianos de la Edad Media la utilizaban para tallar en ella la crucifixión de Jesucristo, la cruz, porque aseguraban que las venas rojas de la piedra era sangre de Cristo. De hecho, hay escritos que decían que el origen de esas venas rojas se formó cuando unas gotas de sangre procedente de Jesús crucificado tiñó una de las piedras, y a raíz de la resurrección se formó el milagro y todas las piedras llevan la sangre de Cristo.
Hoy día, la sanguinaria se sigue utilizando en rituales y como amuleto. Es una piedra que equilibra y nivela los chakras de las personas. Llevar una sanguinaria siempre contigo, como talismán, ayuda a tener paz interior y equilibrio mental. Funciona también como una reguladora del corazón, muy indicada para gente con arritmias o taquicardias. Aporta energía, pero también calma y serenidad.
La sanguinaria da fuerza y equilibrio interior, porque es una piedra muy espiritual, que incita a la meditación y a la confianza en uno mismo. El mejor mes para realizar rituales con la sanguinaria es marzo, y el signo es Aries. Así que cumpliendo ambos requisitos el poder es aún mayor, y el ritual siempre será más efectivo.
Los rituales para realizar con una piedra sanguinaria son los relacionado con el la fuerza, la energía o el poder. Para superar obstáculos, para salir de una depresión, para
tener fuerzas para enfrentarte a una nueva situación personal… son algunos de los más indicados. Comprueba siempre que la piedra sea auténtica antes de nada.
Se le llama sanguinaria o piedra de sangre por esas rayas que tiene color rojo, que parecen venas de sangre. Para comprobar si es una verdadera sanguinaria hay que frotarla con porcelana, y si salen más venas rojas, es real, si no es una imitación. No se puede aplicar sobre ellas productos químicos muy agresivos, ya que arruinaría las venas rojas. Esta piedra se encuentra en diversos lugares, como Australia, Estados Unidos, Brasil, República Checa, China, India, Alemania, Rusia o Escocia.
Ya en la Edad Antigua se utilizaba la sanguinaria como piedra mágica. Los antiguos guerreros la utilizaban para calmar las hemorragias producidas en el campo de batalla, ya que se decía que al poner la piedra en contacto, se dejaba de sangrar. Por ello, se utilizaba como piedra amuleto en las guerras.
En la Edad Media, babilonios y egipcios utilizaban la sanguinaria para adivinar el futuro, y para rituales contra el enemigo. Se decía que era una piedra muy poderosa, capaz de dar más fuerza a los hombres para derrotar al enemigo, e, incluso, les hacía volverse invisibles. De igual manera, si la introducían en agua, se reflejaba el futuro, y así podían ver si ganarían o no su batalla contra los enemigos. Por su parte, los cristianos de la Edad Media la utilizaban para tallar en ella la crucifixión de Jesucristo, la cruz, porque aseguraban que las venas rojas de la piedra era sangre de Cristo. De hecho, hay escritos que decían que el origen de esas venas rojas se formó cuando unas gotas de sangre procedente de Jesús crucificado tiñó una de las piedras, y a raíz de la resurrección se formó el milagro y todas las piedras llevan la sangre de Cristo.
Hoy día, la sanguinaria se sigue utilizando en rituales y como amuleto. Es una piedra que equilibra y nivela los chakras de las personas. Llevar una sanguinaria siempre contigo, como talismán, ayuda a tener paz interior y equilibrio mental. Funciona también como una reguladora del corazón, muy indicada para gente con arritmias o taquicardias. Aporta energía, pero también calma y serenidad.
La sanguinaria da fuerza y equilibrio interior, porque es una piedra muy espiritual, que incita a la meditación y a la confianza en uno mismo. El mejor mes para realizar rituales con la sanguinaria es marzo, y el signo es Aries. Así que cumpliendo ambos requisitos el poder es aún mayor, y el ritual siempre será más efectivo.
Los rituales para realizar con una piedra sanguinaria son los relacionado con el la fuerza, la energía o el poder. Para superar obstáculos, para salir de una depresión, para
tener fuerzas para enfrentarte a una nueva situación personal… son algunos de los más indicados. Comprueba siempre que la piedra sea auténtica antes de nada.
