La primavera es sinónimo de energía renovada, de vitalidad, de comunicación y de crecimiento. El equinoccio es el paso del invierno a la primavera. Dejaremos atrás la oscuridad y la inmovilización para dar paso a la energía positiva, la comunicación, la vitalidad y la luz.
Para este ritual utilizaremos plantas y piedras energéticas. Tanto las piedras como las plantas son elementos mágicos que multiplican los efectos de la protección.
Recuerda que las piedras se tienen que recargar de energía antes de su utilización. Para ello, deben de haberse lavado con agua y sal y, después, dejarlas cubiertas con sal y sacarlas durante una noche a la ventana.
La amatista, una vez terminado el ritual, la podremos llevar con nosotros en cada momento de nuestra vida. Nos ayudará a atraer la suerte.
Para este ritual utilizaremos plantas y piedras energéticas. Tanto las piedras como las plantas son elementos mágicos que multiplican los efectos de la protección.
Recuerda que las piedras se tienen que recargar de energía antes de su utilización. Para ello, deben de haberse lavado con agua y sal y, después, dejarlas cubiertas con sal y sacarlas durante una noche a la ventana.
Utilizaremos
- Menta, orégano y salvia. Todas estas plantas llaman a la prosperidad.
- Amatista: es la piedra de la paz. Transforma la energía negativa en positiva. También ayuda a crecer espiritualmente. Se utiliza a atraer la suerte y la prosperidad.
- 3 velas de color azul intenso o en su defecto blancas.
Realización del ritual
- Pondremos las velas dispuestas en triangulo y, en el centro del mismo, pondremos las hierbas y la amatista.
- En nuestro interior, pediremos la energía, la prosperidad y abundancia necesaria para alcanzar nuestro propósito en la vida.
La amatista, una vez terminado el ritual, la podremos llevar con nosotros en cada momento de nuestra vida. Nos ayudará a atraer la suerte.
