El día de los enamorados se conocen como el día de San Valentín, que se celebra actualmente el 14 de febrero de cada año. Se trata de una celebración tradicional acogida por la Iglesia católica. San Valentín es el patrón de los enamorados. Esta tradición tiene muchos años de historia, pero tuvo su auge en el siglo XX cuando se comenzó a expandir a otros países. Durante este día, las parejas de enamorados expresa su cariño y amor de forma mutua. Es una buena ocasión para sorprender y avivar la llama del amor y la pasión.
Para contrarrestar las salvajadas de Roma, el día de San Valentín se dedicó al amor. Se buscaba que todas las personas viviesen un día especial rodeado de amor y cariño. Se dejaban fuera de esta festividad cualquier acto de violencia. Esta festividad se comenzó a expandir rápidamente.
El rey Carlos VI de Francia, creó la Corte del Amor para crear un escenario idóneo de búsqueda del amor. Además, este rey fue capturado en la batalla e Azincourt y encerrado en la Torre de Londres. Durante esos días, escribió una nota de amor a su esposa, denominada carta de San Valentín. En el siglo XV en adelante, se comenzó a popularizar el día de los enamorados en Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, España, etc. Con el tiempo se creó la costumbre de crear poemas de amor a los enamorados y comprar tarjetas o postales de San Valentín.
Para ello necesitamos velas rojas ya que es el color relacionado con el amor vibrante, un objeto de amor como puede ser una fotografía, un cuenco con agua, perejil y vainilla. En primer lugar, encendemos las velas para que se vaya quemando la cera. Después introducimos el perejil y la vainilla en el cuenco y lo removemos. A continuación, introducimos el objeto sobre la mezcla y después lo pasamos por la llama de las velas. Por último, lo colocaremos sobre nuestro corazón, y el de la persona amada, durante unos minutos. La fuerza de la magia entrará de lleno en el corazón.
Historia del día de los enamorados
El Día de San Valentín nació en el año 494 d.C. Fue originado por el papa Gelasio I. Tomó la decisión de celebrar una festividad católica el 14 de febrero a fin de anular y prohibir la fiesta pagana de las Lupercales que se celebraba el 15 de febrero en la Antigua Roma. Esta festividad pagana se celebraba en torno a la fertilidad, pero con unas acciones negativas. Cada 15 de febrero en Roma, se golpeaban a las mujeres con látigos, mojados en la sangre de cabras y perros, a fin de potenciar su fertilidad. Para acabar con esta tradición, el papa Gelasio I impuso el día de San Valentín.Para contrarrestar las salvajadas de Roma, el día de San Valentín se dedicó al amor. Se buscaba que todas las personas viviesen un día especial rodeado de amor y cariño. Se dejaban fuera de esta festividad cualquier acto de violencia. Esta festividad se comenzó a expandir rápidamente.
El rey Carlos VI de Francia, creó la Corte del Amor para crear un escenario idóneo de búsqueda del amor. Además, este rey fue capturado en la batalla e Azincourt y encerrado en la Torre de Londres. Durante esos días, escribió una nota de amor a su esposa, denominada carta de San Valentín. En el siglo XV en adelante, se comenzó a popularizar el día de los enamorados en Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, España, etc. Con el tiempo se creó la costumbre de crear poemas de amor a los enamorados y comprar tarjetas o postales de San Valentín.
Conjuro de Amor para el día de los enamorados
Durante el día de San Valentín, se pueden hacer rituales para atraer el amor o potenciar las relaciones amorosas ya existentes. Se pueden centrar en la pasión, el cariño, la unión, la atracción, etc. Pero en este caso vamos a recomendar un ritual general, que atrae el amor en todos los sentidos.
Para ello necesitamos velas rojas ya que es el color relacionado con el amor vibrante, un objeto de amor como puede ser una fotografía, un cuenco con agua, perejil y vainilla. En primer lugar, encendemos las velas para que se vaya quemando la cera. Después introducimos el perejil y la vainilla en el cuenco y lo removemos. A continuación, introducimos el objeto sobre la mezcla y después lo pasamos por la llama de las velas. Por último, lo colocaremos sobre nuestro corazón, y el de la persona amada, durante unos minutos. La fuerza de la magia entrará de lleno en el corazón.
